En el corazón de las boutiques American Vintage

Presente en todo el mundo, la marca marsellesa abre cada año nuevas boutiques. ¿Su particularidad? Cada una es única, aunque sigue ciertos códigos bien definidos.

Fotos: American Vintage

Las boutiques como espacios de vida

Cada boutique American Vintage está diseñada como un espacio plural. Si bien se visita para descubrir las colecciones, la experiencia va mucho más allá: se puede tomar un café, conversar con el equipo y compartir experiencias. En definitiva, estas tiendas están lejos del concepto tradicional: aquí no solo se cruza gente, se generan encuentros.

Cada vez más lifestyle (pero sin perder la esencia de American Vintage), estos espacios se estructuran en torno a barras de café y zonas de descanso, facilitando intercambios espontáneos y dinámicos. ¿Y qué hay del servicio? Va mucho más allá de simples consejos de moda.

El ADN de American Vintage

Aunque cada boutique tiene su propia personalidad, hay un hilo conductor en todas ellas: la naturalidad. Esto se refleja en la elección de colores, materiales y elementos vegetales. Por ejemplo, en Burdeos, el tono crema de las paredes se combina con un mostrador de azulejos en tonos marrones. Además, la tienda se organiza en espacios diferenciados, con un bar de denims y un muro de camisetas, destacando así sus esenciales.

Entre lo antiguo y lo contemporáneo

Dado que muchas boutiques American Vintage se ubican en centros históricos, el equipo se esfuerza en conservar la esencia de cada lugar, combinándola con elementos contemporáneos. Un ejemplo de ello es Cannes, donde las obras de renovación respetaron la magnífica rosácea del techo, manteniendo el encanto original del espacio.


El AMV Journal es un lugar dedicado a encuentros, descubrimientos y viajes. Cada semana, vibra al ritmo de los favoritos, retratos e inspiraciones de American Vintage y su estudio de diseño.